En nuestra universidad, los estudiantes de primer año realizan un juramento militar conocido como el Acto de Juramento de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT). Este acto tiene como objetivo principal adiestrar a las nuevas generaciones en tareas de defensa de la Patria y fomentar valores patrióticos, éticos y morales.

Durante la ceremonia, nuestros estudiantes firman un compromiso donde ratifican su responsabilidad con la nación cubana y su confianza en la Revolución, prometiendo defender cada pulgada del suelo patrio frente a la agresión imperialista, guardar celosamente el secreto militar y esforzarse por elevar constantemente su preparación político-ideológica.

Las actas firmadas por los estudiantes son recibidas por nuestras autoridades universitarias, como el rector o vicerrectores. La constitución de las MTT en los centros de Educación Superior es un acto voluntario que deja claro el compromiso de los jóvenes con la defensa de la Revolución.

Este juramento militar es un momento simbólico y patriótico que marca el ingreso de los estudiantes a las Milicias Universitarias, una tradición que se remonta a la creación de la Brigada Universitaria José Antonio Echeverría en 1959.Es un acto que resalta la importancia de la defensa de la Patria y la continuidad de los valores revolucionarios en las nuevas generaciones.Aquí se les presenta dicho juramento:

Yo, ciudadano de la República de Cuba, estoy consciente de que prepararme y formar filas para la defensa de la Patria, de la obra del socialismo y del poder revolucionario, constituyen el más sagrado de mis deberes.

Como ha dicho el Comandante en Jefe Fidel Castro, en nuestra Patria cada soldado es un revolucionario y cada revolucionario es un SOLDADO. (JURAMOS)

JURO

Primero: Cumplir los deberes de Miliciano de Tropas Territoriales.

Segundo: Ceder parte de mi tiempo libre o de mis vacaciones para la preparación que realiza la Unidad Militar a la que pertenezco, así como para cumplir con la guardia obrero-estudiantil.

Tercero: Esforzarme por elevar constantemente mi preparación política e ideológica, mantener una conducta política y moral que contribuya al prestigio de las Milicias de Tropas Territoriales y unidades de la reserva; actuar en todo momento como un firme defensor de la línea de la Revolución que traza el Partido Comunista de Cuba.

Cuarto: Defender cada pulgada del suelo patrio frente a una agresión imperialista. No darle un minuto de tregua al invasor, aniquilarlo implacablemente por cualquier medio, de día o de noche, en todos los lugares en que me encuentre, pelear hasta eliminar al último enemigo, como lo hicieron Céspedes y Agramonte, Martí, Maceo y Gómez, Mella y Guiteras, Camilo, Ché, como nos enseñó Fidel.